Enfriado a –160°C.
Carga directa de GNL en camiones cisternas hasta los centros de consumo.
Gestión y logística de descargas de GNL en planta satélite.
Coordinación, programación y operación del servicio.
El GNL es el combustible fósil más limpio.
En nuestro contexto actual de transformación energética protagoniza una nueva elección para minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y colaborar a combatir el calentamiento global.
El GNL es gas natural que ha sido enfriado hasta el punto que se condensa a líquido, lo cual ocurre a una temperatura de aproximadamente –161°C y a presión atmosférica. Este proceso (“licuefacción”), permite reducir su volumen en aproximadamente 600 veces, facilitando su almacenaje en grandes cantidades y volviéndolo más económico para su transporte.
Como el proceso de licuefacción consiste en el enfriamiento del gas purificado mediante el uso de refrigerantes, el GNL es un líquido criogénico. Este término “criogénico” significa baja temperatura, generalmente por debajo de -73°C.
El GNL es un líquido puro, con una densidad de alrededor del 45% de la densidad del agua.
Los contaminantes que se encuentran presentes se extraen para evitar que se congelen y dañen equipo cuando el gas es enfriado y para cumplir con las especificaciones técnicas del gasoducto en el punto de entrega. Como resultado, el GNL está compuesto en su mayoría de metano.
El gas natural es la fuente de energía más limpia de todos los combustibles fósiles. Su combustión prácticamente no emite a la atmósfera dióxido de azufre ni material particulado.
El GNL es gas natural sin color ni olor, que ha sido condensado en líquido a través de un proceso de enfriamiento, denominado licuefacción.
El GNL se encuentra en yacimientos subterráneos y se forma gracias a un proceso de descomposición de materia orgánica de miles de años.